Quisiera poder comenzar a escribir algún amable discurso, un comentario que pudiera dejar un buen sabor de boca en quien me haga el honor de leerlo, y es que a veces el corazón me domina, quisiera que fuera al revés, pero no puedo. La verdad es que las cosas andan mal en nuestro Hidalgo, somos víctimas de una propaganda maquillada a más no poder, inventada; hay personas que nos quieren pintar en la cara la ignorancia, que quieren aprovecharse de que somos crédulos, de que estamos acostumbrados a creerle a la televisión, a la radio, incluso quieren aprovecharse de que somos confiados; de que aún creemos en las personas. Vienen desde la Capital con sus coches de lujo, helicópteros y malas mañas a tratar de aprovecharse de mi abuelita, de mi madre, de mi padre y de mi mismo, vienen diciéndome que ellos son el cambio, que no habrá más de lo mismo; que ellos no quieren el poder, sino quieren poder servir; pero se contradicen y lo peor es que creen que yo no me doy cuenta, creen que no noto los anuncios de su llegada, creen que por que soy del pueblo no me doy cuenta cuando un anuncio es caro y cuando no. Creen que por que mi hijo me regaló el celular para poder hablarme mientras está de mojado, Yo no sé cuánto cuesta que me llegue un mensaje anunciándome que ya vienen, creen que mi abuelita no sabe cuánto cuesta andar un rato en helicóptero. Creen que no nos acordamos de ese ridículo personaje, que dejó por los suelos la imagen de mi México ante el mundo.
Creen que somos tontos, que somos cómo borregos, que nos pueden venir a vender el hilo negro sólo con pasarlo por televisión y por andar diciendo que no son lo mismo, que son el cambio.
Claro que no son lo mismo, son peores, dicen que su campaña es austera y llevan NO UNA NI DOS. SINO TRES HELICÓPTEROS a MI HUASTECA, Se pasean por las calles con sus amigos, diciendo que están cerca de nosotros, y la verdad es que yo nunca los había visto por aquí, andan con estrellas de la tele, personas de otros países, contratan a los mejores del mundo para que les hagan la campaña de PUBLICIDAD.
Si, dije publicidad, ya no se trata de diseñar estrategias que nos lleven a tener algo sólido en nuestras vidas, ahora, se trata de “estar”, estar en la tele, estar en el radio, estar en el celular y no me sorprendería encontrármelos en la sopa o saliendo por el caño. Sólo quiero preguntarnos a todos: Si las mentiras son tan evidentes al principio de la mera campaña ¿Cómo creen que resulte a la mitad del mandato? Claro, si es que no nos hemos dado cuenta de que la realidad es mucho peor, que lo que según ellos, están combatiendo.
Se queja la niña de que no la dejan salir en la tele, se queja la niña de que la radio está vendida, se queja la niña de que roban los otros, se queja la niña de que no tiene dinero (y nos pide del nuestro…); pero bien que anda en Halicóptero prestado (por papáFox). Se queja, se queja, se queja… A mi se me hace que la “niña” se hace p.ndeja, que sabe que Hidalgo es un ESTADO CLAVE, que la mandaron a hacer campaña por que es niña y por que la dio a luz esta tierra, por que necesitan el control de mi terruño para que puedan pasar sus amigos los narcos, para que puedan pasar por aquí los gringos, para que puedan hacer por aquí su “Guerra”. Yo no quiero que en mi pueblo pase lo que en el norte, donde mis hermanos Mexicanos están viviendo un infierno, donde los cárteles son el azote y el gobierno (con letra chiquita), poco menos que un mal padrote.
Yo no quiero, no sé a ti mi Hermano, si te parezca justo que venga esta mujer desde Polanco, volando bajo el mando del yunque y pura mentira tirando. Yo no quiero, no sé tu querido Padre, si creas que es mejor vivir con miedo, pagando con las vidas de tus hijos el tributo al narco, Yo no quiero y sé que tu tampoco Madre, vivir alimentando los engaños, de una que se dice tu comadre. Yo no quiero Hermana, que tu crezcas pensado. Que ellos son el cambio, cuando ahora mismo todo está cambiando.
Yo no quiero, Madre, Padre, Hermano, Hermana, Hidalgo, yo no quiero este cambio, por que por dentro siento… que sólo nos están chingando.
Que lo sepan todos, ese cambio no está en las mentiras, mucho menos en las falsas esperanzas, no está en la tele, ni en las largas distancias, no lo trae la niña, ni lo tiene su partido que por cierto se ha prostituido, ofreciendo una tajada de mi tierra a todos los caídos.
El Pensador Hidalguense